jueves, 7 de noviembre de 2013

Perros sordos


¿ADOPTAR UN PERRO SORDO?

¿Has visto un perro al que te gustaría adoptar pero no te decides porque es sordo?, o ¿has descubierto que tu cachorro lo es?…
A través de este escrito esperamos resolver alguna duda con respecto a la sordera canina y acercar a la gente un poco más a estas adopciones que son tan normales y satisfactorias como las de perros oyentes.
Vamos paso a paso viendo qué es, en qué consiste y qué representa la sordera canina.

LA SORDERA

Es un déficit total o parcial de la capacidad auditiva. Puede ser de dos tipos: unilateral (un solo oído) o bilateral (ambos oídos afectados) y puede tener diversas causas que van desde la predisposición genética hereditaria (el cachorro ya nace sordo), a las adquiridas en algún momento de la vida (otitis, sobreexposición a ruidos fuertes, etc).

¿CÓMO VIVE UN PERRO SORDO?

Pues la respuesta es sencilla, vive prácticamente igual a un perro oyente.
El lenguaje canino y por ende su relación con el entorno es diferente a la “realidad humana”, un perro percibe el mundo siguiendo el orden nariz, ojos y oído. Bien, si tenemos esto en cuenta, hay dos sentidos primordiales con los que nuestro perro cuenta y a través de los cuales puede obtener toda la información necesaria en cada situación que vive.
Por ejemplo, cuando dos perros se encuentran por primera vez, lo más común y desde luego lo “natural” es que ambos se acerquen a olerse, movidos por la curiosidad de saber quién es el otro. A través del olfato, y de ciertas zonas clave (zona ano-genital, belfos, orejas, etc) un perro puede saber si es macho o hembra el perro que tiene delante, su posición jerárquica (si es un perro sumiso o dominante), si está en un periodo fértil, cuando y que ha comido por última vez, etc. Y todo sin necesidad de “escuchar”…
Superada la barrera del olor, se pasa a la actitud ,vámos a poner dos ejemplos:
El perro A observa el “lenguaje corporal” del perro B para así reconocer sus intenciones. Si el perro B acepta a su nuevo amigo y quiere jugar con él, serán suficientes unas cuantas señales visuales (levantan el culete moviendo de manera amistosa la cola, bajan las patas delanteras invitando al juego, se tumban, etc)…el otro perro sabrá reconocer esa “invitación” y comieza la relación de confianza mutua.
Si por el contrario el encuentro no tiene mucho feeling , uno de los perros levantará la cola en señal de dominancia, se erizara el pelo, su apariencia se tornara más grande e imponente. El otro perro, al igual que en el anterior caso, sabrá reconocer la hostilidad y se irá por donde ha venido, no habiendo tenido éxito en ganar un nuevo amigo.En ambas situaciones hay un nexo común, y es el silencio. Porque el comportamiento canino se basa en eso, en un lenguaje silencioso y ritualizado.
La sordera no representa un problema en la sociabilización de los perros, ya que como hemos visto hay diversas señales que hacen de la audición, una condición NO imprescindible.
Pero hay una cuestión , que quizás preocupe mas al propietario… ¿Cómo se educa a un perro sordo?  ¿Cómo puede ser una convivencia en familia?

LA EDUCACIÓN DE UN PERRO SORDO

Todos sabemos que los perros requieren una educación básica para que la convivencia en familia y/o en la sociedad sea plena y satisfactoria. Educar a un perro sordo es tan sencillo como sustituir los comandos verbales por “visuales”.
Un perro no entiende el español, el alemán, el inglés por haber nacido en determinada zona geográfica . Un perro reconoce un comando (visual o verbal), lo asocia a una idea o comportamiento aprendido y ejecuta la orden correspondiente.
Como puntualización conviene recordar que la orden visual para cada comando debe ser siempre la misma (cada orden, lleva su gesto), ya que el gesto será el que desencadene la acción.  Si se quiere utilizar un objeto tipo clicker para enseñar trucos al perro, se puede sustituir este aparato por una pequeña linterna de manera que los destellos emulen el efecto del sonido del clicker indicándole al perro la ejecución correcta del ejercicio y la espera del refuerzo.
Cuando un perro sordo está dormido y queremos acercarnos a él, al principio de la relación perro-dueño es deseable que el animal no se lleve sustos innecesarios; podemos por ejemplo acariciar su trufa suavemente o sus belfos (labios), haciendo así que despierte con una grata caricia a la vez que su cerebro ya ha reconocido nuestro olor. ¿Qué mejor despertar puede haber que notar la caricia de esa persona a la que tanto amas? También podemos simplemente dejar nuestra mano delante de su trufa y que sea el estimulo de nuestro olor el que le despierte.
Si estamos en casa, nuestro perro está en otra habitación y queremos llamarle podemos hacerlo “encendiendo y apagando las luces” o simplemente “taconeando sobre el suelo” de manera que la vibración que nota le dirija hacia nosotros.
Un punto muy importante es la famosa pregunta de…

¿PERRO SUELTO O PERRO ATADO?

Por normativa de ley los perros no pueden ir sueltos por núcleos urbanos, independientemente de si el perro oye o no y el grado de educación/obediencia que tenga. Tanto por la seguridad del perro, como por la tuya y la de las demás personas…el perro debe ir atado.
En campo abierto, sí podemos soltar a nuestros perros. Pero en el caso de un perro sordo deberemos tomar alguna precaución que nos garantice su bienestar, de lo contrario podría perderse.
En el mercado podemos encontrar una serie de collares que emiten dos tipos de estímulos, vibración o descarga. En nuestro caso sería suficiente con una pequeña vibración,  previamente debemos condicionar al perro a acudir a este estimulo a modo de “llamada”. Así cuando nuestro perro note esa vibración , sabe que es el momento de buscarnos con la vista y una vez nos posicione, acudir rápidamente a nuestro lado.
Si no se está completamente seguro de que nuestro perro va a volver a nuestra llamada, es muy arriesgado soltarle. Tanto en perros sordos como oyentes. Tenga precaución, por favor.
Si por el contrario, no se quiere soltar al perro en campo abierto, siempre tendremos a nuestra disposición la correas tipo “flexi” que en este tipo de situaciones pueden ser muy útiles para dotar al perro de cierta autonomía, pero permitiéndonos a la vez el control del animal.
En cualquier caso, ante cualquier perro, tenga o no discapacidad, es muy importante que trabajemos a fondo la relación humano/perro. Que estrechemos el vínculo con él y nos conozcamos mutuamente a la perfección.
Atentamente
El Equipo de S.O.S.Setter